Hola a todos.
Estoy muy contenta.
El motivo es por partida doble. ¡Le han dado un premio a este blog! Bueno, en realidad, se trata del mismo premio. Pero eso no importa.
Me lo ha concedido María Esther Borrero, la administradora del blog "Anescris".
¡Muchísimas gracias por haber pensado en mí, amiga!
El premio es éste:
¡Es precioso!
Como todo premio que se precie, tengo que responder a las preguntas que vienen a continuación.
1-¿Cómo y por qué se te ocurrió escribir un blog? Quería tener un sitio en el que poder subir todo lo que escribía y todo lo que pasaba por mi mente. De modo que decidí crear un blog.
2-¿Lo ves como una posible forma de ganarte la vida o es sólo una afición más sin pretensiones? A la larga, me gustaría publicar una novela, ya sea autopublicada o en una editorial convencional. De momento, mientras deshojo la margarita, es mi afición favorita y con la que más me divierto.
3-¿En qué te basas para empezar a leer un libro? En el argumento. Si me pica la curiosidad, empiezo a leerlo. Lo malo es que puedo empezar con muchas pretensiones y, después, llevarme un gran chasco.
4-¿Tienes alguna preferencia de género: misterio, terror, romántica...? La novela romántica histórica me pierde.
5-¿Cuál es el último libro que has leído? ¿Lo recomiendas? Estoy leyendo Un año y un día, de Virginia Henley. No termina de convencerme. No lo recomiendo.
6-¿En qué "vicio" no te mides nunca (moda, libros, viajes...)? Ahora mismo, me recorto mucho a la hora de gastar el dinero.
7-Último lugar que visitaste y pensaste: Este lugar aparece en un libro que leí. El Monte Sancti Spiritu, en mi ciudad, La Unión. Estuve de excursión allí hace algún tiempo. Decidí visitarlo después de leer la novela Al oeste del Sancti Spiritu. Describe cómo era la vida del minero a mediados del siglo XIX, a través de las desventuras de su protagonista.
8-¿En qué momento del día sacas más tiempo para leer? Por la tarde o por la noche.
9-¿Con qué personaje de libro te has sentido más identificado? De momento, con ninguno.
10-¿Cuál es tu libro de cabecera? Olivia y Jai, de Rebecca Ryman.
11-¿Y el que nunca recomendarías ni a tu peor enemigo? He leído algunos libros horribles, pero hay uno que preferiría olvidar. Amores turbulentos, de Rebecca Brandewyne. ¡Una porquería total!
Y, ahora, me toca nominar a once blogs que tengan menos de 200 seguidores.
Los nominados son:
http://dejamecontarpalabras.blogspot.com.es/
http://unpuenteyunapared.blogspot.com.es/
http://elclubdelasescritorasdelaplumaazul.blogspot.com.es/
http://coni-baby.blogspot.com.es/
http://elika-rodeada-de-pinguinos.blogspot.com.es/
http://elizabeth-bowman.blogspot.com.es/
http://imaginandoromantica.blogspot.com.es/
http://labrujafeliz.blogspot.com.es/
http://unadamaausteniana.blogspot.com.es/
http://mariabordercuentos.blogspot.com.es/
http://retratodeunasesino.blogspot.com.es/
Las once preguntas que he de formular son las que vienen de la entrada de mi blog "Un blog de época" sobre este premio.
1-¿Cuál es el libro que más te ha marcado?
2-¿Cuál es el libro que menos te ha gustado?
3-¿Crees que el libro electrónico acabará sustituyendo al libro en papel?
4-¿Qué género prefieres a la hora de leer o de escribir?
5-¿Cuál es tu autor favorito?
6-¿Cuál es el autor que menos te ha gustado?
7-¿Qué es lo que le pides a un libro?
8-¿Qué opinas de la autopublicación?
9-¿Qué opinas de las descargas de libros?
10-¿La crisis es un factor determinante a la hora de comprar un libro?
11-¿Cuál es el último libro que has leído?
Y eso es todo.
Me voy a darle la buena noticia a los nominados.
jueves, 14 de noviembre de 2013
sábado, 9 de noviembre de 2013
FRAGMENTO ADELANTADO DE "LA ESTRELLA"
Hola a todos.
Ya sé que hoy es sábado. Pero me gustaría adelantar a hoy el fragmento correspondiente de mi relato La estrella.
Vamos a conocer un poco la relación que mantuvo Frederick con su difunta esposa Lorraine. Veremos cómo la relación no era nada idílica.
Frederick había sido un buen amigo de Lorraine Fuller desde que los dos eran pequeños. Lorraine era la menor de los tres hijos de un adinerado hombre de negocios de la isla de Neebish. Además, era su única hija, ya que los dos hijos eran varones.
Sin embargo, Frederick tenía una extraña sensación. Parecía que Lorraine le trataba más como si fuera su mascota que como si fuera un amigo. Pasaban mucho tiempo juntos. Aquella amistad desagradaba mucho al padre de Lorraine. Estaba al tanto del origen de Frederick. Creía que estaba enamorado de su hija. En el fondo, Frederick se sentía muy atraído hacia Lorraine.
Pero aquel sentimiento no encontró respuesta alguna en la joven. Ella le besaba con cariño en la mejilla. Le gustaba hablar con él. Pero no le amaba.
Lorraine se enamoró perdidamente de un tahúr. Se hacía llamar Dan, pero, a lo mejor, ni ése era su verdadero nombre. Frederick se enteró de que Lorraine estaba enamorada de otro hombre.
Cuando lo supo, se guardó su dolor para sí. No se lo contó a Olivia. Ni siquiera se lo contó a Hester. Lorraine estaba tan enamorada de Dan que estaba dispuesta a huir con él. Sin embargo, no tuvo tiempo de hacer realidad sus planes. Era cierto que se veía a escondidas con él. Por lo menos, no cometió la locura de abandonarse a los brazos de Dan.
La noche en la que Lorraine iba a fugarse con Dan, fueron sorprendidos por el señor Fuller. Lorraine y Dan acababan de encontrarse en el embarcadero y se estaban dando un beso largo y prolongado cuando apareció el señor Fuller.
-¡Aléjate de él!-le ordenó a su hija.
La pareja se sobresaltó al escuchar aquella voz. Lorraine se giró y se encontró con el rostro encendido de su padre. Supo que todo había acabado.
-¡Vamos a fugarnos!-afirmó Lorraine, con decisión-¡Lo amo, padre!
-Esto es un error-dijo Dan-No quería meterte en un lío. Perdóname.
-¿Qué es lo que me quieres decir?
Había una nota de terror en la voz de Lorraine al hablar.
-Adiós...-dijo Dan.
-¡Dan!-exclamó Lorraine-¿Adónde vas? ¡Dan!
El señor Fuller aprovechó la ocasión para llevarse a rastras a Lorraine de allí.
La encerró en su habitación.
Lorraine permaneció días allí encerrada.
Estuvo a punto de volverse loca. Pensaba que Dan iría a buscarla. Pero los días fueron pasando y Dan no aparecía. La joven odió con toda su alma a su padre. Creía que él había tenido la culpa de lo ocurrido. De algún modo, había convencido a Dan de que debía de abandonarla. Lorraine no paraba de llorar. No volvió a ver a su amado nunca más.
Decidió que debía de vengarse de su padre. Debía de hacer algo para irritarle.
Entonces, se fijó en Frederick. De algún modo, siempre sospechó que Lorraine accedió a casarse con él sólo para vengarse de su padre por haberla alejado de Dan. Con el paso del tiempo, Frederick se fue enamorando de Lorraine. O sólo la quiso porque ella se había portado bien siempre con él.
Aún estando lejos, con el paso de los años, Frederick se dio cuenta de una cosa.
Su matrimonio había sido un completo fracaso. Siempre se arrepentiría de haberse casado con Lorraine. Aunque le costaba trabajo admitirlo.
Ya sé que hoy es sábado. Pero me gustaría adelantar a hoy el fragmento correspondiente de mi relato La estrella.
Vamos a conocer un poco la relación que mantuvo Frederick con su difunta esposa Lorraine. Veremos cómo la relación no era nada idílica.
Frederick había sido un buen amigo de Lorraine Fuller desde que los dos eran pequeños. Lorraine era la menor de los tres hijos de un adinerado hombre de negocios de la isla de Neebish. Además, era su única hija, ya que los dos hijos eran varones.
Sin embargo, Frederick tenía una extraña sensación. Parecía que Lorraine le trataba más como si fuera su mascota que como si fuera un amigo. Pasaban mucho tiempo juntos. Aquella amistad desagradaba mucho al padre de Lorraine. Estaba al tanto del origen de Frederick. Creía que estaba enamorado de su hija. En el fondo, Frederick se sentía muy atraído hacia Lorraine.
Pero aquel sentimiento no encontró respuesta alguna en la joven. Ella le besaba con cariño en la mejilla. Le gustaba hablar con él. Pero no le amaba.
Lorraine se enamoró perdidamente de un tahúr. Se hacía llamar Dan, pero, a lo mejor, ni ése era su verdadero nombre. Frederick se enteró de que Lorraine estaba enamorada de otro hombre.
Cuando lo supo, se guardó su dolor para sí. No se lo contó a Olivia. Ni siquiera se lo contó a Hester. Lorraine estaba tan enamorada de Dan que estaba dispuesta a huir con él. Sin embargo, no tuvo tiempo de hacer realidad sus planes. Era cierto que se veía a escondidas con él. Por lo menos, no cometió la locura de abandonarse a los brazos de Dan.
La noche en la que Lorraine iba a fugarse con Dan, fueron sorprendidos por el señor Fuller. Lorraine y Dan acababan de encontrarse en el embarcadero y se estaban dando un beso largo y prolongado cuando apareció el señor Fuller.
-¡Aléjate de él!-le ordenó a su hija.
La pareja se sobresaltó al escuchar aquella voz. Lorraine se giró y se encontró con el rostro encendido de su padre. Supo que todo había acabado.
-¡Vamos a fugarnos!-afirmó Lorraine, con decisión-¡Lo amo, padre!
-Esto es un error-dijo Dan-No quería meterte en un lío. Perdóname.
-¿Qué es lo que me quieres decir?
Había una nota de terror en la voz de Lorraine al hablar.
-Adiós...-dijo Dan.
-¡Dan!-exclamó Lorraine-¿Adónde vas? ¡Dan!
El señor Fuller aprovechó la ocasión para llevarse a rastras a Lorraine de allí.
La encerró en su habitación.
Lorraine permaneció días allí encerrada.
Estuvo a punto de volverse loca. Pensaba que Dan iría a buscarla. Pero los días fueron pasando y Dan no aparecía. La joven odió con toda su alma a su padre. Creía que él había tenido la culpa de lo ocurrido. De algún modo, había convencido a Dan de que debía de abandonarla. Lorraine no paraba de llorar. No volvió a ver a su amado nunca más.
Decidió que debía de vengarse de su padre. Debía de hacer algo para irritarle.
Entonces, se fijó en Frederick. De algún modo, siempre sospechó que Lorraine accedió a casarse con él sólo para vengarse de su padre por haberla alejado de Dan. Con el paso del tiempo, Frederick se fue enamorando de Lorraine. O sólo la quiso porque ella se había portado bien siempre con él.
Aún estando lejos, con el paso de los años, Frederick se dio cuenta de una cosa.
Su matrimonio había sido un completo fracaso. Siempre se arrepentiría de haberse casado con Lorraine. Aunque le costaba trabajo admitirlo.
domingo, 3 de noviembre de 2013
LUCÍA PARRADO
Hola a todos.
Acabo de regresar de Cartagena.
Es una ciudad realmente preciosa, con mucha historia. La Cartago Nova de Aníbal...Tenemos una bellísima Muralla del Mar, que data del siglo XVIII. Y está la Alameda de San Antón. Si cierras los ojos, puedes imaginarte a ti mismo en la Alameda vestido de época.
Como es un poco temprano, aprovecho para hacer una nueva entrada en este blog.
Vamos hoy a conocer a otro personaje de Con el corazón roto. Si os habéis fijado, hay personajes de esta novela que no aparecen en La estrella, como es el caso de los otros hermanos de Olivia, Ethan, Dillon y Tyler.
El personaje que os voy a presentar tampoco aparece en la historia. Pero sí es un personaje muy importante en Con el corazón roto.
Se trata de Lucía Parrado.
Lucía es una joven que pertenece a una familia adinerada. Su padre es un próspero terrateniente mexicano. El hecho de que Texas pase de ser parte de México a ser una República independiente o a consolidarse como Estado de de los Estados Unidos no afecta para nada a la familia de Lucía.
La joven es culta y amable. Lucía se enamora de Ethan Beckham, el hermano de la protagonista, de Olivia.
Sin embargo, el padre de Lucía se opone a esta relación. Ethan es gringo, es de origen humilde y, además, es bastardo. Sin embargo, Lucía es una joven decidida a luchar por poder estar al lado del hombre al que ama.
Su belleza y su carácter conquistan a Ethan. Además, los besos que Lucía le dan minan las defensas que el joven ha construido a su alrededor.
Yo me he imaginado a Lucía con el rostro de Salma Hayek en Bandidas.
El personaje de Salma en la película es el de Sara, una joven de buena familia, muy refinada, pero con mucho carácter. Igual que Lucía...Juzgad si Sara podría ser una perfecta Lucía.
Acabo de regresar de Cartagena.
Es una ciudad realmente preciosa, con mucha historia. La Cartago Nova de Aníbal...Tenemos una bellísima Muralla del Mar, que data del siglo XVIII. Y está la Alameda de San Antón. Si cierras los ojos, puedes imaginarte a ti mismo en la Alameda vestido de época.
Como es un poco temprano, aprovecho para hacer una nueva entrada en este blog.
Vamos hoy a conocer a otro personaje de Con el corazón roto. Si os habéis fijado, hay personajes de esta novela que no aparecen en La estrella, como es el caso de los otros hermanos de Olivia, Ethan, Dillon y Tyler.
El personaje que os voy a presentar tampoco aparece en la historia. Pero sí es un personaje muy importante en Con el corazón roto.
Se trata de Lucía Parrado.
Lucía es una joven que pertenece a una familia adinerada. Su padre es un próspero terrateniente mexicano. El hecho de que Texas pase de ser parte de México a ser una República independiente o a consolidarse como Estado de de los Estados Unidos no afecta para nada a la familia de Lucía.
La joven es culta y amable. Lucía se enamora de Ethan Beckham, el hermano de la protagonista, de Olivia.
Sin embargo, el padre de Lucía se opone a esta relación. Ethan es gringo, es de origen humilde y, además, es bastardo. Sin embargo, Lucía es una joven decidida a luchar por poder estar al lado del hombre al que ama.
Su belleza y su carácter conquistan a Ethan. Además, los besos que Lucía le dan minan las defensas que el joven ha construido a su alrededor.
Yo me he imaginado a Lucía con el rostro de Salma Hayek en Bandidas.
El personaje de Salma en la película es el de Sara, una joven de buena familia, muy refinada, pero con mucho carácter. Igual que Lucía...Juzgad si Sara podría ser una perfecta Lucía.
sábado, 2 de noviembre de 2013
FRAGMENTO ADELANTADO DE "LA ESTRELLA"
Hola a todos.
Mañana, lo más probable es que esté todo el día fuera. De modo, que no haré ninguna entrada en ninguno de mis blogs.
Por eso, he decidido adelantar para hoy el fragmento que pensaba publicar mañana de mi relato La estrella.
Pido perdón porque es algo más corto que de costumbre.
La guerra ha terminado. Pero no hay noticias de los dos hombres que aman Hester y Olivia: Frederick y Jack.
Ya había pasado una semana desde que se supo el final de la guerra. Sin embargo, no llegaban a la isla noticias acerca de los soldados que estaban combatiendo. Olivia y Hester luchaban contra la angustia que se estaba apoderando de ellas. No sabían nada acerca de Jack y Frederick. Las dos jóvenes estaban sentadas a la orilla. El agua del río Saint Mary estaba limpia y clara. Reinaba una curiosa paz en el lugar.
Es un mal presagio, pensó Hester. Le ha pasado algo horrible a Freddie. O no...Podría no querer volver. Y lo entendería.
-Jack es un hombre fuerte-afirmó Olivia.
-¿Crees que volverán?-inquirió Hester.
-Tienen a sus familias aquí. Creo que Jack podría regresar. Sus hermanos viven aquí. No los va a dejar.
-¿Y qué pasa con Freddie? ¿Piensas que volverá?
-Yo deseo de corazón que vuelva.
-Pero esta isla está llena de recuerdos de Lorraine. Tu hermano no ha superado todavía su muerte. Se fue porque vivir aquí le estaba matando por dentro. Perdió a su mujer. Perdió al niño que iban a tener.
La voz de Hester se truncó.
Olivia sospechaba que los sentimientos que albergaba su prima hacia Frederick iban más allá de la amistad. Comparó su relación con la relación que ella mantenía con Jack.
-Cuando Jack regrese, nos casaremos-auguró Olivia.
-¿De verdad crees que Jack te pedirá que te cases con él?-se extrañó Hester.
-La guerra cambia a las personas, mi querida prima. Jack no es ninguna excepción.
-¿En serio lo crees? ¿De verdad lo piensas?
Olivia sonrió.
-En el fondo, Jack me ama-le confió a Hester-Lo que pasa es que nunca me lo ha querido decir. Siempre ha estado en contra del matrimonio. Pero, cuando regrese del frente, lo primero que hará es pedirme que me case con él.
Hester tenía sus dudas al respecto. Olivia estaba demasiado confiada en que Jack le pediría en matrimonio nada más llegar.
Pero Jack Mackenzie era un espíritu libre. No quería atarse a nadie. Olivia iba a sufrir mucho por culpa de él. Pero Hester sabía lo que era sufrir por un amor no correspondido. Compadecía a su prima.
-Mi madre tiene que estar preocupada al ver que no venimos-comentó Hester.
-Quedémonos aquí un rato más-le propuso Olivia-Hace una tarde preciosa. ¡Fíjate! La paz del país se refleja en el río.
Se echó a reír. Le hacía gracia su propio comentario.
Hester no veía la gracia por ningún sitio. Jack regresaría y Olivia sufriría al ver que él seguía jugando con sus sentimientos. Y sólo Dios sabía lo que haría Frederick. ¿Volvería? ¿Se iría lejos?
Mañana, lo más probable es que esté todo el día fuera. De modo, que no haré ninguna entrada en ninguno de mis blogs.
Por eso, he decidido adelantar para hoy el fragmento que pensaba publicar mañana de mi relato La estrella.
Pido perdón porque es algo más corto que de costumbre.
La guerra ha terminado. Pero no hay noticias de los dos hombres que aman Hester y Olivia: Frederick y Jack.
Ya había pasado una semana desde que se supo el final de la guerra. Sin embargo, no llegaban a la isla noticias acerca de los soldados que estaban combatiendo. Olivia y Hester luchaban contra la angustia que se estaba apoderando de ellas. No sabían nada acerca de Jack y Frederick. Las dos jóvenes estaban sentadas a la orilla. El agua del río Saint Mary estaba limpia y clara. Reinaba una curiosa paz en el lugar.
Es un mal presagio, pensó Hester. Le ha pasado algo horrible a Freddie. O no...Podría no querer volver. Y lo entendería.
-Jack es un hombre fuerte-afirmó Olivia.
-¿Crees que volverán?-inquirió Hester.
-Tienen a sus familias aquí. Creo que Jack podría regresar. Sus hermanos viven aquí. No los va a dejar.
-¿Y qué pasa con Freddie? ¿Piensas que volverá?
-Yo deseo de corazón que vuelva.
-Pero esta isla está llena de recuerdos de Lorraine. Tu hermano no ha superado todavía su muerte. Se fue porque vivir aquí le estaba matando por dentro. Perdió a su mujer. Perdió al niño que iban a tener.
La voz de Hester se truncó.
Olivia sospechaba que los sentimientos que albergaba su prima hacia Frederick iban más allá de la amistad. Comparó su relación con la relación que ella mantenía con Jack.
-Cuando Jack regrese, nos casaremos-auguró Olivia.
-¿De verdad crees que Jack te pedirá que te cases con él?-se extrañó Hester.
-La guerra cambia a las personas, mi querida prima. Jack no es ninguna excepción.
-¿En serio lo crees? ¿De verdad lo piensas?
Olivia sonrió.
-En el fondo, Jack me ama-le confió a Hester-Lo que pasa es que nunca me lo ha querido decir. Siempre ha estado en contra del matrimonio. Pero, cuando regrese del frente, lo primero que hará es pedirme que me case con él.
Hester tenía sus dudas al respecto. Olivia estaba demasiado confiada en que Jack le pediría en matrimonio nada más llegar.
Pero Jack Mackenzie era un espíritu libre. No quería atarse a nadie. Olivia iba a sufrir mucho por culpa de él. Pero Hester sabía lo que era sufrir por un amor no correspondido. Compadecía a su prima.
-Mi madre tiene que estar preocupada al ver que no venimos-comentó Hester.
-Quedémonos aquí un rato más-le propuso Olivia-Hace una tarde preciosa. ¡Fíjate! La paz del país se refleja en el río.
Se echó a reír. Le hacía gracia su propio comentario.
Hester no veía la gracia por ningún sitio. Jack regresaría y Olivia sufriría al ver que él seguía jugando con sus sentimientos. Y sólo Dios sabía lo que haría Frederick. ¿Volvería? ¿Se iría lejos?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)