Para no perder las buenas costumbres, aquí os traigo un nuevo fragmento de mi blog novela La estrella.
Vamos a conocer mejor el pasado de Frederick.
Es un fragmento pequeño, pero espero que os guste.
Frederick estaba convencido de que su hermana haría un buen matrimonio porque Olivia poseía una belleza embriagadora. Pero la joven no parecía estar dispuesta a
casarse. Era un secreto a voces el origen de Frederick.
Durante años, Frederick había sido el secreto mejor guardado de Sean O' Hara. Su hijo secreto…
Al menos, así lo había pensado. Pero los secretos no pueden permanecer escondidos durante mucho tiempo. La verdad siempre sale a la luz antes o después. En el caso de Sean, había pecado de ingenuo si podía ocultar durante mucho tiempo la existencia de Frederick en un lugar tan pequeño como lo es la isla de Neebish. La gente se conocía allí. Se sabía acerca de la vida del prójimo. Frederick se parecía mucho a Sean. Los rumores empezaron a correr como la pólvora. En un primer momento, Sean lo negó todo.
Los rumores acabaron llegando a oídos de su esposa, de Sarah. La mujer no quería creer lo que estaba escuchando. No era tonta. Sabía que su marido le era infiel con otras mujeres. Su hermana Bridget intentaba abrirle los ojos. Pero Sarah se negaba a creérselo. Se había casado con Sean perdidamente enamorada de él.
Sean la amaba a su manera. Poco a poco, el amor que sentía Sarah por su marido se esfumó. Sean le había causado demasiado daño. El saber que era padre de un hijo nacido fuera del matrimonio fue la gota que colmó el vaso. Permaneció a su lado por Olivia.
Sean no pudo negárselo a Sarah cuando ésta se lo preguntó. No podía seguir mintiéndole.
Durante años, Frederick había sido el secreto mejor guardado de Sean O' Hara. Su hijo secreto…
Al menos, así lo había pensado. Pero los secretos no pueden permanecer escondidos durante mucho tiempo. La verdad siempre sale a la luz antes o después. En el caso de Sean, había pecado de ingenuo si podía ocultar durante mucho tiempo la existencia de Frederick en un lugar tan pequeño como lo es la isla de Neebish. La gente se conocía allí. Se sabía acerca de la vida del prójimo. Frederick se parecía mucho a Sean. Los rumores empezaron a correr como la pólvora. En un primer momento, Sean lo negó todo.
Los rumores acabaron llegando a oídos de su esposa, de Sarah. La mujer no quería creer lo que estaba escuchando. No era tonta. Sabía que su marido le era infiel con otras mujeres. Su hermana Bridget intentaba abrirle los ojos. Pero Sarah se negaba a creérselo. Se había casado con Sean perdidamente enamorada de él.
Sean la amaba a su manera. Poco a poco, el amor que sentía Sarah por su marido se esfumó. Sean le había causado demasiado daño. El saber que era padre de un hijo nacido fuera del matrimonio fue la gota que colmó el vaso. Permaneció a su lado por Olivia.
Sean no pudo negárselo a Sarah cuando ésta se lo preguntó. No podía seguir mintiéndole.
La madre del joven era una actriz de teatro. Trabajaba en una compañía que hacía espectáculos a bordo de un barco de vapor. Ya tenía treinta años y había tenido otros amantes cuando nació su hijo. Sean O' Hara la conoció tiempo atrás. No dudó en conquistarla. No
estaba enamorado de ella, pero la deseaba. Se convirtieron en amantes. Por
aquel entonces, Sean estaba casado con la madre de Olivia, Sarah. Su amante se quedó
embarazada. Frederick se desentendió de la criatura. Un hombre, amigo suyo, y su
mujer acogieron a la ex amante de Frederick en su casa. Ésta murió al dar a luz a
su hijo. Decidieron adoptarlo y criarlo como hijo suyo.
Sean intentó mantener en secreto la existencia de Frederick. Pero fue su amigo el que le
obligó a que conociera a su hijo. Sean pensaba que había cometido un terrible error al liarse con la madre de Frederick. Su matrimonio con Sarah se acabó cuando ella se enteró de la existencia de su hijo ilegítimo.
Olivia supo a una edad muy temprana que tenía un hermano menor. Nunca entendió el porqué Frederick no vivía con ellos. Ni tampoco el porqué no llevaba su apellido.
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