Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros este fragmento de mi novela Historia de dos hermanas.
En este fragmento, sir Alistair Farrell habla con su mujer y con sus hijas de la llegada de Seosam. No sospecha que su hija mayor, Brighid, acaba de conocer a tan ilustre joven.
A la hora de la comida, en la casa de los Farrell, se sirvió estofado irlandés para comer.
-¿Habéis escuchado la noticia?-le preguntó sir Alistair tanto a su mujer como a sus dos hijas-Lleva mucho tiempo oyéndose por todo Achill, pero esta vez va en serio.
-¿De qué se trata, padre?-se interesó Sarah.
-Lady Stella estará contenta-contestó sir Alistair-Su hijo Seosam ha vuelto a casa. Y trae consigo a su nieto.
Al escuchar aquellas palabras, Brighid estuvo a punto de atragantarse con la carne de cordero que estaba masticando en aquel momento.
¡Y yo conozco en persona a ese joven!, pensó. Recordaba que había estado a punto de atropellarla con el carruaje en el que se desplazaba. Pero también recordaba cómo se había portado de un modo tan caballeroso con ella. Incluso, la había acompañado a su casa en el carruaje.
-Te has puesto roja-observó Sarah-¿Tienes algo que contarnos?
-Entiende que casi me ahogo con la comida-contestó Brighid, mintiendo.
-¿Seguro?
Sarah arqueó una ceja.
Brighid trató de no volver a ruborizarse.
A pesar de que Sarah era dos años menor que ella, en ocasiones, podía ser mucho más inteligente que cualquier persona de más edad a la que Brighid conociera.
-Deberíamos de hacerle una visita a lady Stella-propuso Lilly.
-Madre, ya estás pensando en casarnos a Brighid o mí con lord Seosam-se rió Sarah.
-Tú podrías casarte con él-sugirió Brighid-Es la clase de hombre que te conviene. Es apuesto y caballeroso.
-¿Y tú cómo sabes eso?-inquirió Lilly.
-Es lo que he oído contar.
Brighid se sentía culpable por mentirle a su madre. No se atrevía a contarle a nadie que había conocido en persona a lord Seosam.
¡Seguro que su hermana empezaba a reírse de ella! Lo peor de todo era que Brighid había fantaseado con él.
A lo mejor, aquel apuesto joven se fijaba en ella. A lo mejor, podía vivir un romance como los que vivían los protagonistas de las novelas que solía leer Sarah.
Pero debía de regresar al mundo real. Seosam nunca se fijaría en una joven como ella. Además, podía ser el hombre adecuado para la apasionada Sarah. Con lord Seosam como marido, Sarah podría hacer realidad su sueño de viajar.
-Viven también en Slievmore-recordó Lilly-Son nuestros vecinos.
-Cuando vivan enfrente de nosotros, serán nuestros vecinos, madre-afirmó Sarah-Además, no creo que lord Seosam vaya a casarse de nuevo. Todavía le lleva luto a su mujer. Y falleció hace un año.
-Lord Seosam es todo un caballero-opinó sir Alistair.
Brighid guardó silencio. Recordó que había hablado muy poco con aquel joven en el interior del carruaje. Parecía estar más interesado en saber cosas de ella que en hablar de sí mismo. Entonces, Brighid se había sentido halagada.
-¿Te ha contado algo Alexandra acerca de lord Seosam?-le preguntó Brighid a Sarah.
-Alex parece saberlo todo de todos-respondió su hermana menor-Me ha contado que la difunta esposa de lord Seosam se crió con un matrimonio inglés. Ella era su institutriz o algo así. Se casó con él, que ostenta un título, no recuerdo de qué. Por lo visto, él era viudo. Acogió en su casa a la esposa de Seosam cuando era niña. Fue una idea de su difunta esposa. O un capricho suyo...Siempre he pensado que los ingleses son raros en algunos aspectos. Acogen en sus casas a niños. Pero, luego, están en una especie de limbo en el que no se sabe si son sus hijos o si son sirvientes o si no son nada.
-Son sus protegidos y deben de tratarlos como si fueran sus hijos-comentó sir Alistair-Aunque no lleven su sangre. En ocasiones, pueden llegar a adoptarlos.
-Ellos regresaron a Calcuta. Intentaron tener hijos propios, pero no pudieron.
-¿Cómo se llamaba la difunta esposa de lord Seosam?-inquirió Lilly-Oí decir que tenía un nombre raro.
-Alex me contó que se llamaba Selene Emmaline. O quizás Emmaline Selene...No me acuerdo bien. Son dos nombres juntos y parecen bonitos por separado. Alex ha oído decir que era una mujer bellísima. Le habían dado una educación europea. La segunda esposa de su padre adoptivo era católica. Ha sido educada en nuestra fe.
Brighid pensó que lord Seosam no estaría interesado en ninguna mujer. El joven quería volcarse en el cuidado de su hijo, el pequeño Víctor. Le enseñaría a venerar el recuerdo de su difunta madre. Pero no pensaba en volver a casarse.
-Es un buen partido para ti, Sarah-opinó sir Alistair-Tu madre te conoce. Le has caído en gracia. Deberías dejar que te corteje.
-¿Te has vuelto loco, padre?-se rió Sarah-No le conozco.
Brighid guardó silencio.
Era evidente que tanto Lilly como sir Alistair habían tirado la toalla con Brighid. Su principal preocupación en aquellos momentos era casar bien a Sarah. De sus dos hijas, era la más hermosa. Sin embargo, Sarah no tenía interés alguno en casarse. Tenía la cabeza llena de pájaros, como solía decir Cassandra.
Y Brighid sabía que nunca se casaría. Había decidido que era mejor resignarse a su suerte. No quejarse de nada.
Hola wapi. Gracias por seguirme en las redes sociales. Lo de about.me es mi tarjeta de visita virtual, es un sitio donde tengo todos los enlaces juntos. Basicamente lo uso como tarjeta para buscar trabajo.
ResponderEliminarAhora me toca un largo, volver a encontraros a todos por blogger.
Un abrazo!
Me cae muy bien Stella, Haber que pasa
ResponderEliminarA mí también me cae bien Stella pero me gustaría que fuese casi tan gruñona como yo, aunque bueno, tiene su punto así tal como es.
ResponderEliminarSaludetes.