martes, 7 de octubre de 2014

EL PATRÓN

Hola a todos.
He podido avanzar poco muy poco con mi relato El Patrón. 
En esta ocasión, asistiremos a la boda entre Malcolm, el hermano de Kyle y de Katherine, con Holly, la hermana de Charles.
¡Vamos a ver lo que pasa!

                                 No se casa uno todos los días, pensó Malcolm.
                                Su madre fue la madrina de su boda.
                                Iba a casarse con Holly.
                                 La joven estaba realmente hermosa con su vestido blanco de novia. Su padre hizo de padrino. La llevó al Altar. Holly no sonreía. En su fuero interno, estaba asustada. Y Malcolm lo sabía.
                                  La joven le hurtó la mirada. Holly no sabía cómo mirar al hombre con el que estaba a punto de casarse.
                                 Debajo de su velo de tul, Malcolm adivinaba unas mejillas muy pálidas. Se fijó en los labios de Holly. Y sintió el loco deseo de volver a besar aquellos labios.
-Nunca te deshonraría, Holly-le aseguró en voz baja-No habrá amante alguna. Sólo estaremos tú y yo.
-No estás enamorado de mí-le recordó ella-Te obligan a casarte conmigo. No es lo mismo.
-Las cosas pasan por algún motivo. Pasó algo entre nosotros. Yo pienso que eso pasó porque existe algo entre nosotros. Algo muy intenso que está naciendo. Hemos de cuidar de ese sentimiento.
-Has debido de estar bebiendo con tu hermano para hablar así.
                            Holly buscó con la mirada a Charles.
                            Katherine también estaba buscando con la mirada a Charles. ¡Qué apuesto estaba aquella mañana! Aquel joven era sumamente elegante.
-¿Qué estás mirando?-le preguntó Kyle.
-No estaba mirando nada-respondió Katherine indignada.
-Presta atención.
                            Malcolm no dejaba de mirar los labios de Holly. Pocas habían sido las veces que había vuelto a besar aquellos labios desde que fueron sorprendidos. Pero él volvería a besar aquellos labios. Intentaría ser digno de ella.
                            Los grandes ojos de Holly se clavaron en él. Le gustaba la naricita de la joven. Le gustaba su manera de ser. Pero podía pasarse todo el día perdido en la profundidad de aquellos hermosos ojos.
-Queridos hermanos...-empezó a hablar el sacerdote.
                            Los asistentes a la ceremonia se pusieron de pie.
                            La ceremonia transcurrió muy deprisa para los novios.
                            Holly estaba aterrada.
                            Malcolm deseaba disipar sus miedos.
                            Para él, todo estaba muy claro. Había algo entre ellos muy fuerte.
                            A lo mejor, Holly había intentado atraparle. Pero su comportamiento en los últimos días indicaba que no quería casarse con él. Se arrepentía de haber obrado de un modo tan alocado.
                            Malcolm se había enfadado con ella porque pensaba que había intentado atraparle de la forma más burda posible. Sin embargo, ella parecía huir de él. Se avergonzaba de su comportamiento díscolo. No era la misma Holly que conocía.
-Malcolm...-le llamó la atención el sacerdote.
-Diga-le instó el aludido.
                         Se oyeron algunas risas.
                         Charles miró a Katherine. No podía acercarse a ella. ¡Pero estaba tan hermosa! Eclipsaba con su belleza a la propia Holly. No veía la hora de estar a su lado. De decirle lo mucho que la amaba. Pero debía de ser paciente. Katherine había acudido a la boda con su familia.
                          Kyle no le quitaba el ojo de encima.
-¿Aceptas a Holland como tu legítima esposa?-le preguntó el sacerdote a Malcolm-¿Para amarla y respetarla? ¿En la salud y en la enfermedad?
-Acepto-respondió Malcolm-Acepto todo.
                         Estaba visiblemente nervioso.
                         Holly tragó saliva.
                         Estaba temblando. Malcolm deseaba hacer algo para calmar sus nervios. Deseaba hacerle saber que todo estaba bien.
-Holland...-dijo el sacerdote-¿Aceptas a Malcolm como tu legítimo esposo?
-Acepto-contestó Holly con un hilo de voz.
                          Malcolm le cogió la mano.
                          Aquel gesto sobresaltó a Holly. No se lo esperaba. Malcolm la miró y vio adoración reflejada en aquellos ojos.
                           También Malcolm besó la mano de Holly.
                           Al llegar la hora de darse la paz, Charles pudo besar a Katherine en ambas mejillas.



                                   El sacerdote declaró marido y mujer a Malcolm y a Holly. Él pudo levantar el velo de tul que cubría el rostro de su recién estrenada esposa.
                                   Y fue en ese momento cuando la besó con tanta pasión que Holly pensó que se desmayaría.
                                    Se separaron durante unos instantes. Unos segundos...
                                    Holly posó de nuevo sus labios sobre los labios de Malcolm. Lo besó. Malcolm se dio cuenta de que debía de vivir para hacerla feliz. Puede que estemos enamorados y no nos hayamos dado cuenta todavía, pensó el joven.
-Eres maravillosa-afirmó cuando volvieron a separarse-Te haré la mujer más feliz del mundo.

2 comentarios:

  1. Uy ojala lo haga, genial relato. Te mando un beso

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    1. Hola Citu.
      Este relato avanza a trancas y a barrancas, como se suele decir.
      Pero avanza.
      Un fuerte abrazo.
      Y celebro que te esté gustando.

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