viernes, 25 de octubre de 2013

FRAGMENTO ADELANTADO DE "LA ESTRELLA"

Hola a todos.
Se supone que este domingo empezaría a subir de manera semanal La estrella. 
Sin embargo, me voy a pasar el domingo fuera y, donde voy, no hay conexión a Internet. Por ese motivo, he decidido adelantar el fragmento a hoy.
Y seguimos conociendo a Frederick y a Hester.

-Te confieso que tengo miedo-le contó Olivia a Hester-Pienso que ha pasado algo. ¿Y si la guerra aún no ha terminado?
                      Hablaban en susurros. Josiah estaba leyendo en voz alta. Estaba leyendo un fragmento de La cabaña del tío Tom, de Harriet Beecher Stowe. Pero Olivia no podía centrarse en la lectura. Hester sabía que su prima estaba pensando en Frederick. Pero también estaba pensando en Jack.
-¡Niñas!-las regañó Bridget-Prestad atención.
-Discúlpame, tía-se excusó Olivia-Pero estaba distraída.
-¡Eso se nota!-sonrió Josiah-Debéis de estar contentas. La guerra ha terminado.
-No lo sé.
-¿Qué estás diciendo, criatura?
-Temo por mi hermano, tío Josh. Aún no ha vuelto a casa. No sabemos nada de él. Y yo...¡Tengo mucho miedo!
-Estoy segura de que tu hermano estará bien-le aseguró Bridget-Entiendo lo que sientes. Aunque me sepa mal, ese muchacho es tu hermano. Y es tu deber quererlo. Después de todo, no tiene la culpa de lo que pasó, Olivia. Fue vuestro padre el que obró mal al engañar a tu madre con otra mujer. Frederick y tú tenéis que soportar las consecuencias de sus actos.
                    Josiah retomó la lectura.
-¿Estás bien, prima?-le preguntó Hester a Olivia.
-Sí...-respondió la joven.
                     Hester guardó silencio. También ella estaba muy preocupada por Frederick.
                     La guerra había terminado. ¿Dónde se había metido? Estaba convencida de que no tardaría mucho en llegar a casa.
                     Un pensamiento pasó por su mente. ¿Y si le había pasado algo? ¿Y si estaba muerto? A lo mejor, le habían hecho prisionero los sudistas. ¿Por qué no les habían contado lo que le pasaba? Hester se dijo así misma que tenía que tranquilizarse.



                     Freddie volverá a casa, pensó Hester. Y ella deseaba haber enterrado el amor que sentía por él para entonces.

                        Debía de tener fiebre.
                        Frederick estaba soñando con una jovencita de aspecto angelical. 
                        Ella crecería…Se haría mayor…Era una criatura…Y él era un monstruo…
-¿Estás despierto, Beckham?-le preguntó una voz masculina y conocida que le sacó de su sueño. 
                         Era Jack. 
-Estaba soñando-respondió Frederick. 
                        No podía sentarse en la cama. Aún se sentía débil y dolorido. Jack estaba de pie junto a él. Le miraba de manera un tanto socarrona. 
-Y estabas soñando con una mujer, por lo que veo-sonrió Jack. 
-Estaría soñando con Lorraine-dijo Frederick. 
-No era el nombre de Lorraine el que pronunciabas en tu sueño. Era otro nombre. No lo entendí bien. Estabas llamándola. 
-¿Y a quién estaba llamando? Jack, me está costando mucho trabajo superar la pérdida de Lorraine. No puedo andar en amores con otra mujer. Además...Aún estamos en guerra. 
                      Frederick recordó lo feliz que se sintió cuando supo que Lorraine y él iban a ser padres. El parto de su esposa fue largo y difícil. Y el médico no pudo hacer nada por salvarle la vida. Ni a ella...Ni tampoco al bebé...Un hijo, pensó Frederick. De estar vivo, su hijo estaría correteando. Le buscaría. Querría jugar con él. 
                     


                     Recordó la última vez que estuvo en Neebish.
                     Se hospedó en casa de los tíos de Olivia. Frederick era consciente de lo tenso de la situación. Nadie podía olvidar que era el resultado de una infidelidad.
                     Pero allí estaba Hester. Ella siempre estaba intentando hacerle reír. Le volvía loco con sus bromas. No paraba de hablarle de todo lo que hacía a lo largo del día. Intentaba distraerle con sus cotilleos. -¿No sabes hacer otra cosa que no sea hablar de los demás?-le preguntó en una ocasión.
                  Estaban en el salón. Frederick estaba intentando leer un libro sentado en el sillón. Hester entró en el salón y se sentó a su lado, encima del brazo del sillón.
-Hablar de los demás es mucho más divertido-respondió Hester-Además, yo me entero de todo lo que pasa en esta isla.
-¡No lo dudo!-exclamó Frederick.
-Deberías salir más. Te pasas todo el día aquí encerrado. Sin hacer nada.
                      Una sonrisa cansada se dibujó en los labios del joven. Cogió la mano de Hester.
-Lo que deberías de hacer es salir y divertirte-le exhortó. Se llevó la mano de la chica a los labios-En lugar de estar aquí preocupándote por mí.
-Eres casi como mi primo-afirmó Hester-Livie es mi prima. Y tú eres su hermano. Siempre has sido como un hermano mayor para mí. Te quiero mucho.
                       Al acabar de hablar, Hester besó a Frederick en la mejilla.
                       La alegría que desprendía Hester era contagiosa. Animaba a Frederick a seguir luchando cuando lo que quería era estar muerto. Jack parecía compartir la misma opinión que Hester. Estaba vivo.
                       Y llegó el día de la despedida. Una barca le estaba esperando y toda la familia acudió al embarcadero a despedirse de Frederick. Hester llevaba puesto un sencillo vestido de color blanco y llevaba suelto su cabello. Llevaba puesto un bonito vestido de color blanco. Encima del vestido, llevaba puesto un delantal del mismo color. 
                      Frederick abrazó a Olivia. 
-Ten mucho cuidado-le exhortó su hermana. 
-Volveré antes de que te des cuenta-le prometió Frederick. 
-Cuídate. 
                       Entonces, el joven se fijó en Hester. 
-¿Volverás?-le preguntó la chica. 
-Por supuesto...-respondió Frederick-Voy a volver. 
-No lo creo. 
-No lo pongas en duda. 
                         Frederick besó a Hester en la mejilla. Pero, en un momento dado, la chica rodeó su cuello con los brazos, lo acercó a ella y lo besó con fuerza en la boca. Acto seguido, salió corriendo mientras ahogaba un sollozo. Frederick no entendió nada de lo que estaba pasando. 
                       Soñaba con ella…
                       Con Hester... 

1 comentario:

  1. Uy que dulces Me encanta Frederick y Hester parece un amor inocente sigue. Te mando un abrazo

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