Hola a todos.
Hacía mucho que no subía ningún fragmento de este cuento. La inspiración para con él se me había esfumado.
Pero me he sentido con fuerza suficiente como para darle un pequeño achuchón, como se suele decir, a esta historia.
En el fragmento de hoy, Lucía y Abby hablan acerca de sus problemas sentimentales.
Salir a dar un paseo a caballo en compañía de Abby fue todo un alivio para Lucía.
De aquel modo, sentía que podía poner cierta distancia entre su familia, Marita y ella. Marita no hablaría con sus padres. Pero éstos sospechaban algo. Y Lucía tenía miedo.
-Vas a pensar lo peor de mí-atacó Abby, con cierto nerviosismo-Pero he hecho algo espantoso.
Abby llevaba mucho tiempo dudando entre contarle o no contarle a Lucía lo ocurrido entre Freddie y ella. Después de todo, estaba enamorada del hermano mayor de Freddie, de Ethan. Podía hablar con él. Ethan sabía que Tracy estaba enamorada de Freddie.
-Dudo mucho que hayas podido hacer algo espantoso-observó Lucía.
-Luci, estoy enamorada de Freddie-le confesó Abby-Lo amo con todo mi ser desde hace mucho tiempo. Y él también está enamorado de mí.
-Me temo que Tracy no sabe nada.
-Ella piensa que Freddie la ama. Y yo...La otra noche...Freddie vino a verme. Se coló por la ventana de mi habitación. Y...Bueno...
Abby se calló de golpe. Sus mejillas se colorearon de un modo muy intenso. Lucía adivinó lo que había pasado entre Abby y Freddie. No dijo nada. No la miró con reprobación. Entendía lo que sentía su amiga.
Lucía iba montada a lomos de su yegua. Iba montada de costado. Con un traje de montar.
En cambio, Abby llevaba puesto un pantalón de montar y una camisa de corte masculino. Montaba a lomos de su caballo. Solía montar a horcajadas. Igual que los hombres...
-¿No me dices nada?-le preguntó a Lucía-¿No vas a echarme nada en cara?
-Estás enamorada de Freddie-respondió su amiga.
-Tracy también está enamorada de él. Lo que hice estuvo mal.
-Pero no te arrepientes de lo que pasó entre vosotros.
-No debió de haber pasado.
-Pero lo volverías a hacer. Tu mirada dice lo contrario de lo que hablas. Volverías a entregarte a Freddie. Y eso no es malo.
Lucía detuvo su yegua. A su vez, Abby detuvo su caballo.
Abby se dio cuenta de que estaba llorando. No podía renunciar a Freddie.
Era una egoísta por haberse enamorado de él y por haberse entregado a él. Pero también era una egoísta porque no podría vivir sin Freddie. No se conformaría con verlo en La Rabia. Casado con Tracy...Lo quería como su marido. Lo quería sólo para ella.
Y Lucía entendió lo que Abby sentía. A ella le pasaba lo mismo con Ethan.
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