viernes, 11 de abril de 2014

EL PATRÓN

Hola a todos.
En mi blog "Un blog de época", hablé largo y tendido acerca de las hermanas menores de los protagonistas libertinos.
Aunque sea un gran tópico, un libertino como sir Kyler Saint Leger tiene una hermana menor.
Sin embargo, aunque su apariencia sea la de la típica hermana menor de un protagonista libertino que justifica hasta lo injustificable de los actos de su hermano mayor, esta chica hará algo que lo cambiará todo.
En este cuento dedicado a sir Kyler, conoceremos más a fondo a su hermana menor.

                        Sir Kyler Saint Leger pasaba las horas muertas mirando uno de los cuadros que había traído consigo desde Inglaterra. Era el retrato de una joven. Una vez, Anne quiso saber quién era aquella joven.
                         Supo, entonces, que sir Kyle, además de tener un hermano mayor llamado Malcolm, tenía una hermana menor llamada Katherine Frances. Todos la llamaban cariñosamente Kate.
                        Casi podía verla con su largo cabello suelto. Era rubia, igual que su madre. En el cuadro, Kate aparecía mirando al frente, con sus expresivos ojos de color verde oscuro, aunque moteados de color dorado. Aquellos ojos estaban coronados por unas pestañas espesas. La vida de Kate transcurrió de manera normal hasta que tuvo dieciocho años. Fue entonces cuando Malcolm y Kyle se dieron cuenta de que se había convertido en una hermosa joven.
                        Londres estaba llena de libertinos que podían arrebatarle su candor a Kate.
                       Sir Kyle suspiraba cada vez que veía a la doncella de Kate cepillando su largo cabello suelto todas las noches antes de acostarse.
-No puedes retener a Kate eternamente en este lugar-le dijo Malcolm en una reunión en su estudio.
-Seamos sinceros-admitió Kyle-Ninguno de los dos quiere que Kate viaje a Londres.
-Daremos mucho de qué hablar si nuestra hermana no tiene su puesta de largo, como toda joven de su condición social.
-Kate está más segura viviendo aquí que en Londres.
-Tus escándalos son de sobra conocidos allí. Se dice que tienes multitud de hijos secretos. Y que no has reconocido a ninguno.
                      Kyle se echó a reír con ganas.
-Los dos sabemos que eso no es cierto-le aseguró.
-Pero sí son ciertos los otros rumores que circulan sobre ti-insistió Malcolm-Tus borracheras...Duermes hasta muy tarde. Y juegas a las cartas.
-¡Siempre gano!
                          Kyle pasaba largas temporadas en Londres. Había acudido al campo para ayudar a su familia con los preparativos para la boda de su hermano. Se iba a casar.
                           Organizaba fiestas en la residencia de su familia, en el barrio de Mayfair. Se bebía mucho y traía a prostitutas. Kyle se juntaba con la peor gentuza de la ciudad. Y eso escandalizaba a su familia.
                            Kyle tenía fama de ser todo un conquistador desde que se convirtió en un adolescente. Se volvía loco por cuanta mujer guapa viera. Incluso, en el pueblo. Por su cama habían pasado desde altivas duquesas hasta humildes criadas. Y todas decían que era el mejor amante del mundo. No exageraban. El apetito sexual de Kyle no conocía límites. Incluso, se había acostado con varias mujeres a la vez. Por supuesto, tales rumores no debían de llegar a oídos de Kate. Su hermana era demasiado cándida.
                          La boda de Malcolm era un tanto obligada. Kate se lo contó a Kyle cuando salieron a dar un paseo.
-Se casa obligado-le contó-Él no quiere casarse.
                         El comentario, hecho mientras montaban a caballo, despertó el interés de Kyle.
                         Kate le contó que Malcolm había asistido a una fiesta que celebraban una familia vecina, los Burton-Jones.
-Tienen una hija de la que se dice que se va a quedar soltera-relató Kate-Yo no la conozco muy bien. Sólo sé que se llama Holly. He oído que es del montón. Tiene el cabello de color castaño claro.
                           Por lo visto, Holly había decidido que no quería quedarse soltera. A pesar de que Malcolm era el hijo de un baronet, se había fijado en él.
-¿Y qué hizo?-inquirió Kyle.
-Te lo puedes imaginar-contestó Kate, sonriendo con picardía.
                          Malcolm, a pesar de su seriedad, se había dejado llevar por sus apetitos. Salió a dar un paseo por el jardín con Holly Burton-Jones. El baile estaba a punto de concluir y se iba a celebrar el cotillón. El padre de Holly fue a buscarla. Y la encontró dándose besos con Malcolm.
-¿Y qué dice nuestro hermano?-inquirió Kyle.
-No para de quejarse desde ese día-contestó Kate-Yo no me alegro por él. Pero padre y madre dicen que tiene que cumplir con su deber. Por lo menos, no hacer lo que haces tú.
-¿Y qué se supone que hago yo?
-Deshonrar mujeres.
-¡Kate!
                           La familia Saint Leger vivía en el tranquilo pueblo de Pluckley. Los padres de Kyle rara vez viajaban a Londres. Kate parecía estar encantada de tener a su hermano con ella.
                         En una ocasión, Kate visitó el cementerio con Kyle. Depositó un ramo de flores en la tumba de sus abuelos, dentro del mausoleo de la familia Saint Leger. Se santiguó. Kyle observó la escena con cierta distancia, sintiéndose conmovido por la religiosidad de Kate. Estaba convencido de que no quedaba nada bueno en su interior.
-La Dama Roja viene aquí buscando al hijo que le mataron nada más nacer-le contó Kate.
-¡Esos son cuentos de viejas!-bufó Kyle-No existe ninguna Dama Roja.
-Yo no la he visto. Pero Charles dice que existe.
-¿Quién es Charles?
-Charles Burton-Jones, el hermano menor de Holly. Le pegó un puñetazo a Malcolm cuando le vio con su hermana. Le veo mucho cuando salgo a montar a caballo.
-Entiendo.



                     Regresaron a la casa solariega en el carruaje de la familia.
                     Durante los días siguientes, Kyle y Malcolm se fijaron en que Kate no parecía muy dispuesta a ir a Londres.
                     Se lo comentó a su madre mientras tomaban el té en el salón.
-No tengo muchas ganas de viajar a la capital-dijo-No me hace ninguna ilusión mi puesta de largo.
                    Kyle y Malcolm estaban presentes en aquel momento. Lady Margaret, la madre de los tres, se escandalizó al escuchar las pretensiones de su hija menor. Sin embargo, tanto Kyle como Malcolm respiraron aliviados.
-En Londres, sólo puede encontrar a canallas-intervino Kyle.
                     Lady Margaret le fulminó con la mirada. No entendía el porqué su hija no quería viajar a Londres, como le correspondía a una joven de su condición social.
-Te lo he dicho, madre-insistió Kate-No me hace ilusión viajar a una ciudad que no conozco para buscar marido.
-Yo creo que hace bien-afirmó Malcolm.
                        Kyle era un libertino y él se iba a casar en contra de su voluntad. Pero se podía salvar a Kate.

2 comentarios:

  1. Uy me ha parecido enigmático. Te mando un beso y t eme cuidas

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    1. Sir Kyle es uno de los personajes más libertinos que he creado.
      Como todo buen libertino, tiene su pasado. Y una hermana menor, aunque suene tópico.
      Un fuerte abrazo, Citu.
      Cuídate.

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