jueves, 5 de junio de 2014

EL PATRÓN

Hola a todos.
Hoy, subo el que será, por el momento, el último fragmento de mi relato El Patrón. 
La familia de Kate, al margen de su relación con Charles, sigue trazando planes de futuro para ella sin contar con ella.
Vamos a ver lo que pasa.

-Es obvio que te alegras de que Kate se quede con nosotros-le comentó lady Saint Leger a su hijo Kyle cuando se quedaron a solas en el salón.
-No te lo voy a negar, madre-admitió Kyle.
-Y no hago otra cosa más que pensar en tu hermana. No sé si te habrás dado cuenta. No puedo olvidar que ha crecido. Ya no es una niña. Es una muchacha encantadora que tiene derecho a vivir su propia vida. Los dos tenemos que pensar en que Kate tiene derecho a ir a Londres y a tener su puesta de largo.
-Londres es la peor ciudad que existe en el mundo, madre.
                   Kyle contempló a su madre, quien estaba tejiendo una manta para Kate.
                   Miró al techo y tuvo la sensación de que su hermana estaba acostada ya en su cama.
                   Antes de acostarse, Kate le había dado un abrazo.
                   Kyle sonrió para sus adentros al pensar en su hermana. Al quedarse en la casa solariega, Kate se quedaba en un lugar seguro. No sería presentada en sociedad. Tanto Kyle como Malcolm le buscarían un buen marido. Sería un marido viejo y enfermo. De aquel modo, la virginidad de Kate quedaría preservada porque su marido no podría cumplir con ella como hombre.
                   Al quedarse viuda, Kate no volvería a casarse.
-Mi hermana no es tonta-añadió Kyle-Malcolm y yo le estamos buscando un buen marido.
-Espero que me haga abuela-suspiró lady Saint Leger.
                  Kyle sabía que estaba siendo egoísta. Pero, en su fuero interno, se decía así mismo que estaba obrando así por el bien de Kate.
                   Su hermana no debía de perder nunca su virtud.
-Malcolm y yo podemos hacerte abuela-le recordó a su madre-Malcolm va a casarse con Holly en breve. Y yo...
-Tú nunca te casarás-le auguró lady Saint Leger.
-Cualquier cosa podría pasar.
-Pero no es justo para Kate permanecer toda su vida encerrada entre estas cuatro paredes. Antes o después, acabará rebelándose.
-No veo a mi hermana rebelándose, madre. La conozco bien. Es mi hermana menor. Pero también es una joven sensata. Me hace caso.
-No debería de hacerte caso. No eres ningún ejemplo a seguir, Kyle.
-Soy su hermano mayor y me adora. Me tiene idealizado, madre. Y eso es bueno porque me sigue ciegamente. Acepta cada consejo que le doy.
-Eso no es nada bueno. Kate también tiene derecho a vivir su vida y a no estar encerrada en esta casa. Tienes que pensar que Kate también tiene derecho a tomar sus propias decisiones, hijo.

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