Hola a todos.
Hoy, me gustaría compartir con vosotros este fragmento de mi novela Me olvidé de olvidarte.
En esta ocasión, veremos cómo Catherine acepta la oferta de matrimonio que le hace lord Alexander Bentley.
El problema es que Catherine, obviamente, no siente nada por lord Alexander.
Lord Alexander fue a visitarla de nuevo al cabo de dos días.
Estaba muy nervioso. Catherine era la mujer que él quería como esposa.
Podía ocuparse de los niños.
En el fondo, eran adorables. Visitar a Catherine era como observar un cuadro encantador. Los niños jugaban. Catherine jugaba también con ellos. Les oía reír. Les oía, incluso, cantar.
-Me alegro mucho de verle-le dijo Catherine en cuanto le vio entrar en el salón-Hay una cosa de la que me gustaría hablar con usted.
-Es usted bastante directa, lady Catherine-sonrió lord Alexander.
-He estado pensando en su oferta de matrimonio, milord. Y quiero decirle que acepto. Quiero casarme con usted.
-¿Está hablando en serio? ¿Me está diciendo que quiere ser mi esposa?
Catherine escuchó las risas de los niños. Estaban jugando en el jardín.
Había visto a Susie subiéndose a un árbol. A Alan corriendo detrás de James. A Ellie jugando a las muñecas con Damien.
-Quiero ser su esposa-contestó Catherine.
Intentaba hablar con sinceridad. Puso una nota de firmeza a su voz.
Una sonrisa iluminó el rostro apuesto de lord Alexander. Cogió la mano de Catherine y se la besó con fervor.
Le dijo que pensaba adoptar a los niños. Que iban a vivir todos juntos y felices. Viajarían muchas veces a Londres. A los pequeños les gustaría estar en Londres.
-Y tendremos nuestros propios hijos-le aseguró.
Un nudo se formó en la garganta de Catherine. No se veía así misma teniendo hijos con lord Alexander. No se veía así misma compartiendo cama con él. Recibiendo sus besos. Entre los brazos de él...
Se dio cuenta de que estaba sonriendo. Su sonrisa era tan falsa que estaba empezando a dolerle la cara. Sin embargo, lord Alexander no se dio cuenta. O fingió no darse cuenta de nada.
Abrazó con fuerza a Catherine. Llenó de besos su cara. La joven pensó en los niños.
-Tenemos que contárselo a los niños-dijo Catherine-Lo tienen que saber.
-¡Por supuesto!-exclamó lord Alexander.
-Hemos de fijar una fecha para la boda. Yo todavía no tengo un vestido de novia. Y hablar con el párroco. Y...
-Todo eso lo haremos.
-Sí...
Lord Alexander besó con entusiasmo a Catherine en los labios. Ella trataba de convencerse así misma de que estaba haciendo lo correcto.
uy, que interesante lo dejaste en la mejor parte te mando un beso
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