jueves, 3 de julio de 2014

EL FRUTO PROHIBIDO (DÉCIMO PRIMERA PARTE)

Hola a todos.
Hoy, os traigo un nuevo y pequeño fragmento de mi relato El fruto prohibido, que vuelve a estar centrado en la figura de Lucía y de Ethan.
Espero que os guste.

                                      Lucía no podía centrarse en nada.
                                      Bordaba con gesto distraído.
                                      No lograba sacar el hilo a través de la tela. Se sentía frustrada. En realidad, estaba nerviosa.
                                     Su madre le estaba leyendo en voz alta con la intención de distraerla un poco. La notaba rara desde hacía mucho tiempo.
                                    Sin embargo, la mente de Lucía se hallaba en otra parte. No sentía el menor interés por la lectura.
                                    Su doncella sospechaba algo. Cuando Lucía regresó a su casa, antes del amanecer, la encontró en su cuarto. Estaba visiblemente enfadada. Marita tenía una edad parecida a la edad de Lucía. Más que ser su doncella, Marita se había convertido en la mejor amiga de Lucía. Sin embargo, la joven no le había contado nada acerca de su relación secreta con Ethan. La ausencia de Lucía había asustado a Marita y la joven Parrado se vio obligada a contarle la verdad.
                                  Lucía regresaba de estar con Ethan.
                                  Marita se escandalizó.
-¿Te has vuelto loca?-casi gritó.
-Baja la voz-le pidió Lucía, asustada-No quiero que mis papás se despierten y se enteren. Ellos no saben nada. De momento...Sé que tendré que contárselo. Pero no sé cómo. ¡Oh, Marita! Nunca has estado enamorada. No sabes lo que significa.
-¡Pero se trata de un gringo! Y, encima, pobre y bastardo.
-¡Lo sé!
                                Marita se paseó de un lado a otro de la habitación. Estaba muy enfadada con Lucía. La joven se sentó en la cama y la contempló con cierto nerviosismo.
                              Un rato antes, se había despertado en el granero abrazada a Ethan. Se había despedido de él con un beso de amor.
-Llegará el día en el que no tengas que irte-le aseguró el joven.
-Espero que ese día llegue pronto-corroboró Lucía.
                            La joven se puso de pie y se acercó a Marita.
-El padre de Ethan es Sean O' Hara-le recordó.
                            Pero la doncella no pareció escucharla.



-Tu papá no lo entenderá-insistió-Cuando se entere, montará en cólera. No sé lo que hará contigo. Pero sé lo que hará conmigo. Me culpará a mí de todo. ¡Soy tu doncella! No puedes ir a ninguna parte si yo no voy contigo. ¡Me botará de acá!
-Marita, te lo ruego, no le cuentes nada de esto a nadie-le imploró Lucía-No puedo renunciar a Ethan. Te ruego que no me pidas que deje de verle porque sería como matarme. Ethan y yo nos amamos. Cuesta mucho entenderlo. Pero es la verdad. Es un sentimiento muy fuerte que nace de mi corazón y que me empuja hacia él. Hacia Ethan...
                        La doncella la miró atónita. No sabía qué decir.
-Si tú no le cuentas nada a mi papá, no te pasará nada-añadió Lucía.
-¿Hablarás tú con él?-inquirió Marita-No quiero meterme en un lío.
                         Lucía tenía los labios hinchados por los besos que Ethan y ella se habían dado. Se habían susurrado palabras de amor. Se habían jurado mutuamente que estarían siempre juntos. Todavía podía sentir los labios de Ethan en su piel.
                            Lucía abrazó a Marita y le dio un beso en la mejilla.
-Hablaré con mi papá en cuanto pueda-le prometió-Pero tengo mucho miedo. Tienes razón. No lo entenderá.
-Ni yo misma lo entiendo-se sinceró Marita.
-Pero me apoyas. ¿Verdad que me apoyas?
-Sí...Te apoyo.

1 comentario: