Hola a todos.
Aquí os traigo con un nuevo fragmento de mi novela Historia de dos hermanas.
En esta ocasión, ¡nos vamos de boda!
Niall, el hermano de Joseph, se casa con lady Rosalind Lambert de una manera un tanto apresurada.
La boda se celebró en la catedral de Lisburn.
Por lo visto, el marqués había movido todos sus hilos para conseguir que su hijastra se casara en la catedral. Sin embargo, la marquesa prefería una boda privada. No podía quitarse de la cabeza el hecho de que Rosalind se casaba un tanto obligada después de haber perdido su virtud con Niall. Ninguno de los dos, en realidad, quería casarse.
Lord Lambert se vio obligado a acudir a la boda. En realidad, estaba contento porque Rosalind dejaba de estar en su vida.
Iba a casarse. Se quitaba ese peso de encima. La opinión de su padrastro le importaba un ardite a Rosalind. Lo único que le molestaba era su boda. No quería casarse con Niall.
-Sonría, milady-le pidió la doncella.
Ésta ayudó a Rosalind a vestirse. En un primer momento, quiso casarse con el vestido de novia de su madre.
Pero la marquesa se negó. Había sido muy desdichada en su matrimonio.
Rosalind estaba muy nerviosa. Temblaba mientras la doncella le recogía su cabello en un moño. Se miró en el espejo mientras la doncella le ponía el vestido de novia. Iba a casarse con un hombre al que casi no conocía.
Sólo se había dejado llevar por lo que sentía. Por el deseo...¿Tan malo era eso?
Lady Stella acudió a la boda de su hijo mediano. No entendía el porqué Niall seguía comportándose de un modo tan alocado.
Entró en la catedral cogida del brazo de su hijo. Sabía que Niall estaba cometiendo un terrible error. No veía a su hijo tan enamorado de su futura esposa.
Deseó poder hablar con él a solas un rato. Pero Rosalind no tardaría mucho en llegar.
Tuvo un instante para mirar a su futura consuegra. Lady Marianne no le cayó muy bien que digamos. Había oído algunos rumores acerca de ella. Pero parecía mirar a lady Stella por encima del hombro. Se situaba en un plano superior a ella.
Niall sólo deseaba acabar de una vez por todas con todo aquéllo. Poder seguir adelante con su vida.
-Los viajes y las mujeres se han terminado para ti-le advirtió lady Stella cuando llegaron al Altar-Las juergas también se han acabado. Vas a convertirte en un hombre casado. Colm, por desgracia, ya no está. Eres tú el heredero de todo. Respeta a tu mujer. Y te ruego que me hagas abuela lo antes posible.
-Colm fue un inútil-escupió Niall-No supo embarazar a Serena. Además, tú ya tienes un nieto. Tienes a Víctor, mi sobrino. El hijo de Joseph...
-Dudo mucho que Joseph vaya a regresar algún día de Calcuta. Tienes que cumplir con tu deber, Niall. Dentro de un rato, saldrás de la catedral convertido en un hombre casado. Eres mi hijo mayor. Confío en ti. Tu futura esposa está a punto de llegar. Por favor...Respétala. Hónrala. Y trata de hacerla feliz.
-No sé qué pensar. Fue un error.
-Sientes algo por lady Rosalind. Por favor, respétala.
Rosalind entró en la catedral cogida del brazo de su padrastro.
Lady Stella permaneció de pie junto a su hijo durante el tiempo que duró la ceremonia.
Se fijó en que Rosalind no paraba de llorar. Tampoco ella quería casarse. Había tenido otros planes en mente.
Pero debía de cumplir con su deber. Niall debía de casarse con ella para restaurar su virtud perdida. Por suerte, no estaba embarazada. Lady Marianne se sintió aliviada al conocer la noticia.
La ceremonia no duró mucho. El sacerdote declaró a Niall y a Rosalind marido y mujer.
-Puedes besar a la novia-dijo.
Lady Stella suspiró con cansancio. Lo único que quería era poder conocer a sus nietos. Niall era un joven fuerte y robusto. Rosalind, por lo que sabía, gozaba de una excelente salud. Tenía diecinueve años. Los dos podían darle nietos sanos y hermosos.
Niall y Rosalind se besaron.
Más que besarse, parecía que se estaban haciendo daño. Niall oprimía con fuerza el cuerpo de Rosalind. Y la joven, más que besar a Niall, parecía que le estaba mordiendo los labios. Se separaron y se miraron casi con odio a los ojos. Rosalind se cogió del brazo de Niall para salir de la catedral.
Pocos invitados acudieron a la boda. A la salida de la catedral, Niall y Rosalind fueron recibidos con una lluvia de arroz. Alguien también les lanzó peladillas, para garantizar una descendencia inmediata. Lady Stella creía que Rosalind y Niall no tardarían ni un año en hacerla abuela. Abuela...Ya era abuela. Pero...¿Qué clase de abuela era si no conocía a su único nieto, a Víctor? Se le encogió el corazón al pensar en el pequeño.
-Hacen una bella pareja-le comentó la cuñada de lady Marianne, lady Nicole.
-Sólo espero que no sean muy desdichados-afirmó con tristeza lady Stella.
Sólo había acudido a la boda la familia de lady Marianne. No acudieron las amigas de Rosalind. Y, al parecer, la familia de lord Lambert hacía mucho que no se hablaba con él. Era todo muy triste. Una boda muy triste...
-Es normal sentirse triste cuando un hijo se casa, milady-le aseguró lady Nicole.
No hay comentarios:
Publicar un comentario