martes, 15 de julio de 2014

FRAGMENTO DE "ME OLVIDÉ DE OLVIDARTE"

Hola a todos.
Hoy, seguimos con más fragmentos de mi novela Me olvidé de olvidarte. 
Y esta vez vamos a centrarnos en cómo se inicia una relación amorosa entre Theola y Owen.

                            Owen asistió a uno de los conciertos caseros que solía dar la señora Sandel, la vecina de tía Kathleen.
                             Sabía que Theola se encontraba allí.
                            La señora Sandel era una virtuosa del piano. Se había casado hacía poco con un aristócrata inglés arruinado. Hay muchos aristócratas arruinados en el mundo, pensó Theola con cierta ironía.
                             Owen se colocó al lado de Theola. La joven estaba sentada en una silla, junto a su tía. Trataba de prestar atención a la pieza que estaba interpretando la señora Sandel.
-No sabe nada de música-observó Owen-No se preocupe. Yo también soy un inculto.
-No he tenido la suerte de recibir una esmerada educación-replicó Theola con orgullo-Pero no soy tonta.
-Se nota.
                             Theola tuvo la sensación de que Owen parecía estar interesado en ella. Quería coquetear con ella. Theola ya tenía una edad para tener su presentación en sociedad. No quería convertirse en una solterona que vivía aferrada al recuerdo de un primer amor que no fue correspondido.
                             Owen le cogió la mano y se la besó. Theola le miró casi asustada.
-Usted me gusta mucho, señorita Warrick-se sinceró Owen.
-Debería de hablarlo con mi tía-le advirtió Theola-Vivo con ella.
                           Owen sonrió. Él también quería ser una persona normal y corriente. Le miraba todo el mundo por encima del mundo por el simple hecho de ser un bastardo. Theola podía darle la oportunidad de ser un hombre digno de respeto. Se casaría con ella y formarían juntos su propia familia. Nadie volvería a mirarle nunca más por encima del hombro.
                           El amor llegaría con el paso del tiempo. Owen tuvo la sensación de que podría llegar a enamorarse de Theola.
-Entonces, dígame cuándo puedo ir a hablar con su tía-le pidió el joven.
-¿De verdad está pensando en cortejarme?-se extrañó Theola.
-No debería de sorprenderla. Es usted toda una belleza, señorita Warrick.
                            Theola se sintió halagada.
                            Owen se había fijado en ella. Y no había ninguna prima por en medio. Le seguía doliendo pensar en cómo habían terminado las cosas entre Catherine, Dillon y ella. Eran infelices por su culpa. Theola sentía que no merecía ser feliz.
                             En un momento dado de la velada, Theola y Owen se escabulleron hacia el jardín. Tía Kathleen no se había dado cuenta. Estaba felicitando a la señora Sandel por la brillantez con la que había ejecutado aquella pieza. Era ya de noche. Theola deseaba poder olvidar a Dillon de una vez por todas. Por aquel motivo, decidió darle esperanzas a Owen.
-Ya estamos solos-le hizo ver con una sonrisa.
-Deseaba poder quedarme a solas con usted-admitió Owen con sinceridad.
-Lo que desea hacer conmigo es otra cosa. ¿No es así?
-Señorita Warrick...
-Podemos empezar a tutearnos.
-Theola...
-Owen...
                                   Theola cerró los ojos. No quería pensar en nada en aquel momento. Owen era un buen joven. Sus orígenes dudosos le importaban bien poco. Tan sólo pedía ser amada por alguien. Ya no deseaba amar porque había amado una vez y había sido muy doloroso para ella. Amar la había convertido en una criatura enloquecida y celosa.
                                 Owen la amaría. Y ella lucharía por enamorarse de él.
                                En aquel momento...
                                 Owen le dio un beso abrasador en los labios y Theola se obligó así misma a corresponder a aquel beso con la misma intensidad. Luchó por no pensar en nada. Luchó por no pensar en Dillon durante el minuto exacto que Owen estuvo besándola. La había besado a ella.



                              Tuvieron que separarse.
-¡Theola!-la llamó tía Kathleen-¿Dónde estás? Tenemos que irnos.
                             Theola pareció volver a la realidad. Miró a Owen casi con miedo. Seguía siendo un desconocido para ella. Sin embargo, parecía sentir algo por ella.
                             Tiene que ser suficiente, pensó la joven. Tiene que bastar.
-Tengo que irme-le comunicó.
-Iré a ver a tu tía por la mañana-le anunció Owen tuteándola-Le diré que quiero cortejarte. Y espero que lo acepte.
-Me parece bien. Creo que usted y yo podríamos ser buenos amigos.
-Se equivoca, señorita Warrick. Yo no quiero ser su amigo. Yo deseo ser para usted mucho más que eso.
                           Tía Kathleen fue a buscarla en aquel momento.
                           Le dijo que era la hora de irse a casa. Theola se despidió rápidamente de Owen y fue a reunirse con su tía.
                          En el interior del carruaje, de vuelta a casa, Theola le contó lo ocurrido.
-¿Piensas dejar que ese joven te corteje?-inquirió tía Kathleen.
-Eso lo tienes que decidir tú-contestó Theola-Owen está interesado en mí.
                        Tía Kathleen había oído hablar de él. Lo cierto era que no le gustaba nada como pareja de Theola. Podía ser muy bien educado. Pero también podía haber algo turbio en él. Theola se merece algo mejor. Sin embargo, su sobrina parecía haber tomado una decisión.
-Tú quieres que te corteje-observó tía Kathleen.

1 comentario:

  1. Pobre Theola, es terrible cuando amas a alguien y no te corresponde. Te mando un beso

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